Análisis del Arsenal de los Paramilitares Nicaragüenses

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Las organizaciones de derechos humanos y otras organizaciones no gubernamentales (ONGs) se han dado cuenta en los últimos años de la importancia que tiene la información de fuente abierta en la documentación e investigación de eventos, incluyendo posibles crímenes de guerra y de lesa humanidad. Hasta la Corte Penal Internacional (CPI), en una orden de captura del 2017 contra el general libio Mustafa Busayf Al-Werfalli, ha reconocido el papel que información de fuente abierta compartida por la internet puede jugar en la recolección de evidencia.

El 21 de diciembre del 2018, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) publicó un reporte sobre las manifestaciones del 2018 en Nicaragua, enfocándose en el periodo entre el 18 de abril y el 30 de mayo. El presidente Daniel Ortega extinguió las protestas—las cuales comenzaron como respuesta a una reforma impopular vía decreto al sistema de pensiones, pero crecieron hasta llamar a la renuncia del presidente—a través del amplio uso de fuerza letal. El estimado número de muertos está entre aproximadamente 322 a 512. El reporte del GIEI concluyó que “el Estado de Nicaragua cometió crímenes de lesa humanidad” en su represión de las manifestaciones.

En su reporte, el GIEI identificó el uso de armas de guerra por parte de la policía y de grupos paramilitares para atacar a manifestantes, incluyendo armas como el AK-74, el fusil de francotirador Dragunov, la ametralladora PKM, y rifles M16. El reporte fue complementado por información de fuente abierta, incluyendo imágenes de las manifestaciones compartidas por redes sociales.

Usando información de fuente abierta, este artículo identifica estas armas y otras en las manos de fuerzas paramilitares y policiales durante dos eventos: el ataque contra la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) el 13 de julio y la toma de control de Masaya el 17-18 de julio—para identificar algunas de las armas usadas por las fuerzas paramilitares pro-gobierno contra los manifestantes.  El artículo también resalta la relación cercana entre grupos paramilitares y la Policía Nacional de Nicaragua e durante las manifestaciones del 2018.

 

Los Paramilitares

A medida de que las protestas de desarrollaron, el gobierno del presidente Ortega contó cada vez más con grupos paramilitares para atacar a manifestantes. El reporte del GIEI concluyó que estos grupos actuaron “en forma paralela y coordinada con la Policía Nacional”, y que esta colaboración incluyó “garantía de impunidad” para estos grupos. Los grupos paramilitares estaban compuestos de “personas no identificadas” que muchas veces cargaban “armas de guerra”.  El reporte indica que los miembros de estos grupos incluyen empleados públicos, miembros de la Juventud Sandinista (JS) del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y también miembros actuales y previos de pandillas. En un reporte llamado “Sembrando el Terror”, Amnistía Internacional también resaltó que el gobierno Nicaragüense “utilizó de forma extensiva” a estos grupos para reprimir manifestaciones.

La posición del gobierno de Nicaragua sobre los grupos paramilitares a fluctuado. El Presidente Ortega ha sugerido que los grupos estaban organizados y financiados por traficantes de drogas y los Estados Unidos y ha negado todo vínculo con los grupos, para después decir que eran “policías voluntarios”. Francisco Díaz, el jefe de la Policía Nacional de Nicaragua, dijo en una entrevista con un medio de Noruega publicada el 2 de Febrero 2019 que “la mayoría” de los paramilitares eran “policías profesionales” en “operaciones ocultas”, y que el resto eran “policías voluntarios”.

 

Ataque en la UNAN, 13 de julio 2018

El 13 de julio del 2018, fuerzas del gobierno atacaron estudiantes manifestantes en la UNAN, en la parte sur de la capital de Managua. La operación culminó con un ataque contra una iglesia en la cual los estudiantes estaban tomando refugio, dejando a dos de ellos muertos. Algunos de los estudiantes grabaron parte del ataque, y se despidieron entre lágrimas de sus seres amados creyendo que sus muertes eran inminentes.

El evento también fue grabado por uno de los atacantes. En el video, un grupo de hombres armados se está cubriendo detrás de una barricada. Al comienzo del video, están preparándose para avanzar hacia otra barricada ubicada al frente de su posición.

El ataque paramilitar contra la UNAN en Managua el 13 de julio del 2018:

https://www.youtube.com/watch?v=4ds9H5zYK70

 

Pistas visuales en el video permiten su geolocalización a un estrecho de 100 metros de calle norte de la rotonda Rigoberto López Pérez, la cual sirve como una de las entradas a la UNAN.

 

La ubicación aproximada de las dos posiciones paramilitares está marcada con las líneas amarillas. Los paramilitares estaban avanzando hacia una barricada estudiantil ubicada bajo el monumento marcado por el cuadrado verde: 

 

La primera versión del video encontrada fue montada en YouTube a las 8:02 PM el 13 de julio. Basado en la dirección y largo de las sombras de los paramilitares mientras avanzan, es posible estimar que el video fue grabado aproximadamente entre las 3:45 PM y las 4:15 PM ese día.

Los paramilitares en el video estaban avanzando hacia una barricada de estudiantes la cual estaba ubicada debajo del monumento en la rotonda Rigoberto López Pérez. Uno de los estudiantes en esa barricada filmó parte del ataque:

Note las dos palmeras detrás de la “X” en el video del estudiante y en la imagen de referencia (fuente):

La primera versión encontrada del video del estudiante fue montada en Twitter a las 3:31 PM el 13 de julio. Dada la estimación de la hora de la grabación del video del ataque paramilitar, es posible que los estudiantes filmaron parte de ese ataque.

Las siguientes imágenes fueron tomadas del video del ataque paramilitar:

 

Fusil Remington 700/M24SWS. Remington 700 es el nombre civil del arma, y la versión militar se llama M24SWS:

M16A1 fusil de asalto. Note la  Note la manivela distintiva en la parte superior del fusil:


 

Cargadores de munición para fusil AK y una pistola desconocida, posiblemente una Bersa Thunder 9 (gracias por el tip, usuario de Twitter @revoabril1904 !)

Fusil AK con cargador de tambor estilo sovietico, posiblemente ruso o rumano, con capacidad de 75 balas:


En la imagen de arriba también se ven dos radios. La de la izquierda es probablemente de marca MOTOTRBO (como la series  DP4800  y XPR 7000) y la de la derecha probablemente es de la serie Tait TP8100. Estas radios se venden para uso comercial e industrial, y existe evidencia que sugiere que la unidad de Tácticas y Armas Policiales de Intervención y Rescate (TAPIR) de la Policía Nacional Nicaragüense ha usado radios similares en el pasado, como se puede observar en estos videos.

Amnistía Internacional considera que “la autoridad en sus más altos niveles… habrían dirigido y controlado ciertas dinámicas” de este ataque paramilitar.


La Toma de Masaya, 17-18 de julio

Masaya es una ciudad ubicada aproximadamente a 20 kilómetros sur de Managua, la capital de Nicaragua, y vivió frecuentes enfrentamientos entre el gobierno nicaragüense y manifestantes durante las protestas. Las fuerzas del gobierno tomaron control de la ciudad de las manos de los manifestantes el 17 de julio. Estas fuerzas incluyeron un grupo de paramilitares quienes grabaron el momento en el cual alzaron la bandera del FSLN en una plaza para marcar su victoria. La primera versión de este video encontrada fue montada en la página de Facebook de El 19 Digital, una página pro-gobierno, a las 1:45 PM el 17 de julio.

Monimbó, territorio liberado

Geplaatst door El 19 Digital op Dinsdag 17 juli 2018

 

Una imagen compartida en un artículo por El 19 Digital el 17 de julio muestra a los paramilitares posando para una foto en el mismo lugar. La mayoría de los hombres están vestidos con camisa azul, una característica que los destaca como grupo paramilitar según el reporte del GIEI.

Un grupo paramilitar celebrando la toma de Masaya el 17 de julio del 2018 (fuente)


 

Comparación entre el video (arriba) y la imagen (abajo). Note que el hombre con el sombrero rojo, los guantes rojos y el pasamontañas negro aparece en el video y en la imagen, y que la misma sección del cielo está oscurecida, lo cual sugiere que la foto y el video fueron tomados aproximadamente al mismo tiempo (fuente):


 

Algunas de las armas de los paramilitaries, empezando en la parte de arriba de izquierda a derecha: MPi-KMS-72, Galil ARM, M16A1, AK con culata plegable (posiblemente un AKMS o Type 56-1:

El video también muestra la conexión cercana entre la policía nicaragüense y los paramilitares. En el minuto 1:40 en el video, un hombre con uniforme negro aparece. La palabra “POLICÍA” está escrita en blanco en su espalda. En el minuto 1:50, el hombre da la vuelta y empieza a caminar. Cuando lo hace, un parche en su manga derecha se hace visible brevemente. El parche parece ser el de la unidad TAPIR de la Policía Nacional.

El parche del hombre con uniforme de policía en el video (izquierda) parece ser el de la unidad TAPIR de la Policía Nacional, el cual se puede observar en la derecha (fuente):

Existe otra pieza de evidencia que sugiere una relación cercana entre la policía y los paramilitares: una foto aparentemente tomada a más o menos el mismo tiempo mostrando policías en el mismo lugar. La imagen apareció en El 19 Digital, la misma página pro-gobierno que compartió el video de los paramilitares alzando la bandera, el 17 de Julio. La imagen también fue compartida por Twitter, como se ve en el tweet abajo llamándole la atención a las armas que cargan los policías:

Algunas de las armas policiales, de la izquierda a la derecha: PSL, M79 lanza granadas, Remington 700, Dragunov SVD, ametralladora tipo PK (fuente):

 

El suelo parece estar más seco en la imagen de los policías que en la de los paramilitares, lo cual indica que un plazo de tiempo separa el instante en que fueron tomadas. Sin embargo, parece que el mismo automóvil aparece en la parte derecha de las dos imágenes, lo que sugiere que las dos fueron tomadas en un periodo de tiempo relativamente corto:

El automóvil de la policía en el video de los paramilitares (izquierda) y la imagen de los policías (derecha). Note el último número de registro del carro (parece ser “6”), y que está parado en el mismo lugar en ambas imágenes, lo cual sugiere que el vehículo pudiese ser el mismo (fuente):


El 18 de julio, periodistas con Agence France-Presse (AFP) y Agencia EFE (EFE) grabaron videos de los paramilitares en e la misma plaza que se ve en las imágenes de arriba. Basado en estos videos, podemos geolocalizarlo a la plaza Pedro Joaquín Chamorro, la cual normalmente sirve como un mercado comunitario.

Geolocalización usando imágenes del video de AFP (imagen de satélite cortesía de Google/Digital Globe):

Los videos incluyen imágenes de alta calidad de las armas que algunos paramilitares cargaban, las cuales están identificadas aquí:

AKM sin culata, con cargadores pegados con cinta adhesiva:

El hombre en estas imágenes aparece en el video de AFP y de EFE. El carga un Dragunov SVD con una mira telescópica PSO-1. Note el color de la camisa y las tiras grises de su morral, lo que sugiere que es el mismo hombre en ambos videos:


AK Tipo II con cargadores pegados con cinta adhesiva:


Un arma común las manos de los paramilitares eran escopetas tipo Mossberg 500, como las que se ven en las imágenes de abajo compartidas por la página de noticias nicaragüense Confidencial, mostrando paramilitares en Masaya en la mañana del 17 de julio:

Otra escopeta estilo Mossberg 500. Está aparece en el video de EFE:

 

Armas de Guerra, Heridas de Guerra

De acuerdo con el reporte del GIEI, existe evidencia desde el 2011 de miembros del FSLN participando en la “entrega de armas” a civiles para “acciones de agresión a grupos de oposición política”. En su análisis de la operación del gobierno en el pueblo de Diriamba el 9 de julio del 2018, Amnistía Internacional concluye que “en su mayoría” las armas usadas por fuerzas paramilitares y de la policía eran “de uso exclusivo para el Ejército”. El uso de las armas resaltadas en este artículo por grupos paramilitares cabe en el patrón de cercana colaboración entre estos grupos y las fuerzas de seguridad oficiales del estado como lo observaron ambos Amnistía Internacional y los investigadores del GIEI.

El 26 de mayo del 2018, Confidencial publicó una investigación titulada ¡Disparaban con precisión: a matar!. Después de ubicar las tomografías de 19 manifestantes que fueron atendidos en un hospital en Managua y de hablar con doctores ahí, Confidencial encontró que 15 de ellos habían sido disparados en la cabeza, y que al menos ocho de ellos habían muerto.

Un doctor en el hospital habló con el medio bajo condición de anonimato sobre lo que las imágenes médicas significaban. El doctor dijo:

“Según lo que veo, disparaban con ‘precisión científica’: ¡directo a matar!”

La investigación de Confidencial ofrece aún más evidencia que el gobierno del presidente Ortega estaba resuelto a ponerle fin a las manifestaciones de cualquier manera. El uso indiscriminado de las armas en las manos de grupos paramilitares y de la policía hizo el tipo de heridas descubiertas por Confidencial no sólo posibles, sino prácticamente inevitables.

Lejos de ser reservado sólo para activistas de derechos humanos y paneles investigativos de ONGs, la identificación y documentación del uso de este tipo de armas está bajo el alcance de investigadores de fuente abierta alrededor del mundo.

La identificación de las armas en este artículo fueron hechas con la ayuda de (@CalibreObscura), un investigador de fuente abierta independiente especializado en el análisis de armas en regiones de conflicto alrededor del mundo.